top of page

Noches de Magia #7

  • Foto del escritor: Jheyder L. Ruiz
    Jheyder L. Ruiz
  • 12 sept 2020
  • 4 Min. de lectura

Agradezco tu compañía para que pueda contarte de un perfecto extraño y de mi corazón, yo tenía un corazón enorme, tanto que lo comparé con una estrella, lamentablemente un día de tanto amor contenido, explotó, dejando una ola destructiva que arrasó con mi entorno y en donde alguna vez habitó mi corazón quedó una masa súper densa, hay quien dice que es una estrella de neutrones, una estrella muerta; yo creo que es un agujero negro en realidad, pues ya no puedo sentir cariño ni apego por nada, ni nadie. El perfecto extraño fue el catalizador, esa chispa que ocasionó aquella inmensa explosión.


Esta noche de magia esta dedicada a la desilusión, el desengaño, cuando descubres que tus sospechas son ciertas, que el amor no está hecho para ti, perdona yo sé que quizá esto ya es un poco trillado, pero te prometo solo falta una más acerca de este personaje, intento contar una historia mediante los textos que nunca le pude enviar, algunas cartas, otras son prosas, en fin, quiero compartir contigo, las #CartasAUnPerfectoExtraño.


Ya no estas aquí.



Hola, ¿cómo estás? Hace un tiempo ya, desde nuestra última conversación, quizá fue el veneno que tenía por soltar, lo que ha hecho que finalmente nuestros caminos comienzan a bifurcar, esta noche te escribo, porque hay tantas cosas que siempre te quise decir, pero no he tenido valor para expresar de mi persona hacia a ti, así que prefiero escribirlas aquí en esta carta que nunca enviaré, esperando algún día llegue a ti para que puedas comprender mi distancia de ti.


Poco tiempo atrás cuando te fui a buscar te hice un comentario: “Ya te fuiste, ya no estás aquí”, oh baby, no lo dije hablando de un ayer y no te enterabas de nada, sólo mencionaste que si estabas, que seguías aquí; yo no pude continuar con eso, solamente asentí para no iniciar una guerra vacía. Ahora que lo medito con más calma quizá no lo entendiste, quizá sólo hacías el tonto, sueles hacerlo para despistar a todos, pero a mí no me puedes mentir. Yo entendía que tu amor estaba cada vez más lejos del mío, kilómetros de distancia terminaron por separar nuestros corazones tanto, que cuando estuvimos de frente, tú ya no estabas ahí. Ver tus miradas hacia alguien más y reconocerlas cuando fueron mías antes de él, pude reparar en tus manos ansiosas por recorrer su piel, yo noté entonces como mi presencia sobraba en la habitación; cariño, perdona pero no se puede ocultar el amor, y tú eres un libro abierto para mí. Yo moría por dentro en cada minuto que pasaba en el reloj, tenía un sentimiento doble, que quería irme corriendo sin rumbo mientras la otra parte de mi quería soltarte un golpe que pudiera romperte en pedazos.



Piénsalo un poco, cuando menciono que ya no estás aquí no hablo de tu presencia física, es porque siento tu helada indiferencia, es porque veo cómo te alejas en dirección a alguien más. Lo acepto y lo confieso, soy un poco masoquista que no puedo apartar la vista mientras te desvaneces de mí, aunque siento como me desgarra por dentro de dolor.


A menudo suelo confundir el amor con el dolor, y eso no es culpa tuya es cosa mía, pero es que soy adicto a que me destroces el corazón, cada día un poco más, con menos ánimos de contestar hasta que ya no quede nada, desearía pudieras comprender, que sintieras lo que yo siento en mi interior. Quisiera que comprendieras cómo se siente tener el corazón roto e ilusionado, pero eso a ti jamás te pasará, porque eso es para los tontos que nos atrevemos a soñar. Siempre he sido la quinta rueda y no encuentro mi lugar, contigo desde luego que no está. Entendí que yo podía morir varias veces, unas fueron cuando sentía la distancia entre los dos, cuando los mensajes dejaron de ser una constante o el momento en el que una llamada parecía una penitencia, el tiro de gracia me lo diste esta última vez, cuando tus labios me fueron negados, ahí fue cuando lo poco que quedaba del amor murió. Ahora me pregunto a mí mismo, ¿valió la pena esforzarme tanto para llegar hacia a ti? Lo más triste de esa pregunta es la respuesta, no, no lo valiste, pero si sirvió para comenzar a decirte las cosas que nunca te dije.


Así que déjame aquí, tú sigue donde estás o donde vas; no regreses para ilusionar, no reaparezcas si traicionarás, y sigue volando lejos de mí. No te atrevas a repetir que cumplirás las promesas, por favor no me cuentes que la vida es una mierda cuando no estoy ahí, que quieres verme en casa al volver a casa después de trabajar. Mejor no regreses, porque ya no espero que lo hagas, aunque digas que estas aquí, tu corazón no lo puede negar.


Así que tú ya no estás aquí, deja de pretender que sigues por mí, eso ya no es verdad, me enferma que intentes continuar con una mentira tan descaradamente; nunca me gustaron las mentiras y lo sabes muy bien. So, déjame aquí, yo encontraré mi camino otra vez y espero no te vuelvas a atravesar.


Desde el agujero negro donde residió mi corazón, deseo que la vida te trate bien.

-J.


Comentários


© 2019 creado para Plumas de Oro. Con wix.com

bottom of page